CELEBRE SUS ERRORES

 

 

Todos lo hacemos. Todos nos equivocamos. A la mayoría de nosotros no nos gusta cometer errores ni aceptar que los cometimos. Es un recordatorio constante de nuestra condición de seres humanos, de nuestras imperfecciones.

Se nos ha enseñado que la perfección es la única forma de hacer las cosas, la única manera de ser aceptable. ¿Cuántos de nosotros tuvimos que barrer el piso más de una vez cuando éramos jóvenes, porque dejamos boronas en el camino la primera vez que lo hicimos?

Cuándo miramos a las supermodelos ¿sentimos que nuestros cuerpos son imperfectos en comparación? Si usted es fanática de los deportes y admira a los deportistas famosos, se siente inadecuada cuando participa en una liga de tenis o en un juego de béisbol en su comunidad. La verdad es que todos somos imperfectos, somos humanos y vamos a seguir cometiendo errores. Piense en algún error que haya cometido. ¿Se olvidó de algún compromiso social importante, del recital de baile de su hija, o de pagar una cuenta a tiempo? ¿No tuvo buen criterio al tomar una decisión personal o de negocios?

A menudo cometemos errores porque nuestros platos están demasiado llenos. Nos hemos comprometido a realizar demasiadas cosas en un tiempo limitado y hemos abusado de nuestra energía. Estamos abrumadas por tanta responsabilidad. Simplemente no pensamos en lo que estamos haciendo.

Perdemos la perspectiva de lo que es realmente importante. No establecemos prioridades con respecto a nuestro tiempo. Estamos ocupadas haciendo - hacemos cualquier cosa y lo hacemos todo - excepto lo que es más importante para nosotras. Tal vez la razón principal por la que cometemos tantos errores es porque no tenemos confianza en nosotras mismas.

No escuchamos a nuestra propia intuición, a nuestra fuente de conocimientos - nuestro instinto visceral. Pensamos que otras personas saben lo que es mejor para nosotras, por lo que ciegamente nos plegamos a su juicio sin siquiera pensarlo. A menudo cometemos errores cuando nos arriesgamos, cuando queremos explorar un conjunto de conocimientos o de experiencias nuevas. A veces nos equivocamos porque necesitamos aprender lecciones importantes.

Sin errores estaríamos viviendo como esclavos de la rutina. Viviríamos encerrados dentro de nuestras propias limitaciones. No nos podríamos salir de nuestras "zonas de comodidad". El cometer errores nos recuerda que somos humanos, imperfectos y falibles.

Si no cometiéramos errores no tendríamos oportunidades para crecer ni para aprender. Piense en algún error que cometió en la escuela. Por ejemplo, yo era excelente en ortografía - generalmente ganaba los concursos de deletrear de mi escuela. No me acuerdo de todas las palabras que supe deletrear, sin embargo recuerdo que no supe deletrear la palabra necesario.

Esta es una palabra que nunca más he deletreado incorrectamente. Haber cometido un error al deletrearla en el concurso me costó el título de ganadora - algo muy importante para mí cuando estaba en sexto grado. Piense en otros errores que usted haya hecho a través de su vida. ¿Qué lecciones aprendió? Algunas de nosotras nos damos cuenta de que hemos cometido el mismo error varias veces, como por ejemplo, comer algo que no nos gusta o escoger como pareja a personas que son totalmente incompatibles con nosotras. No estamos poniendo atención, por eso seguimos cometiendo el mismo error.

En lugar de culparse y castigarse a usted misma cuando cometa un error, trate el siguiente proceso, simple pero eficaz, que le ayudará a aprender la lección desde la primera vez.

Cuando cometa un error, reconózcalo. Dígase a sí misma: "Me equivoqué". Luego pregúntese: "¿Cuál es la lección que debo aprender de este error?" Una vez que se responda, hágase la segunda pregunta: "¿Qué puedo hacer para evitar cometer este mismo error otra vez cuando me encuentre en una situación similar?" Este proceso nos ayuda a sacar el máximo provecho de reconocer y aceptar la responsabilidad que nos toca por habernos equivocado.

De hecho, somos responsables de nuestros actos - aquellos que traen consecuencias positivas como los que tienen consecuencias negativas. Frecuentemente no hacemos escogencias conscientes, éstas son de reacción y no pro-acción.

A veces escogemos no responder del todo - ¡lo que es un error! Algunas personas dejan los aspectos más importantes de sus vidas en manos del destino. Cuando no aceptamos la responsabilidad, entregamos el control que tenemos sobre nuestras vidas. ¿Está segura de que quiere entregarle a los demás y a las "circunstancias" el control sobre su vida?

Haga que las cosas que decida funcionen para usted. Cuando tenga que tomar una decisión, hágalo conscientemente. Analice las consecuencias de actuar, así como las de no actuar. Elimine "hacer" cosas innecesarias en su vida para que se pueda concentrar en sus prioridades, para que pueda cumplir con esas citas tan importantes, para que pueda emitir juicios apropiados, para que pueda usar esas lecciones que ha aprendido, para que pueda evitar cometer errores innecesarios.

Escuche a ese instinto visceral. Confíe en que podrá decidir lo que es mejor para usted y para esas situaciones que tiene a su cargo. Luego, busque la oportunidad de arriesgarse, de experimentar la vida de manera diferente. Reconozca que es necesario cometer errores. No sea demasiado prudente. Recuerde que no puede llegar a segunda base con un pie todavía en primera.

La próxima vez que cometa un error - y lo cometerá - reconozca que es humana y busque esa lección que está ahí diseñada especialmente para usted. Luego tome una decisión consciente de poner en práctica la lección que aprendió. De ahora en adelante, cuando cometa un error, ¡celébrelo!

 

Susan Pilgrim