BUEN
VIAJE
La
vida como viaje.
La
vida como peregrinación
La
vida como jardín
La
vida como el arte más elevado.
Descubridoras.
Buscadoras. Pioneras.
Detectives.
Exploradoras. Arqueólogas.
Transeúntes.
Jardineras. Artistas de lo cotidiano...
Mujeres
de Espíritu. Mujeres sustanciales. Mujeres con estilo. Mujeres que han vivido
los interrogantes. Mujeres dispuestas a abrazar las respuestas.
Buscadoras
de lo sagrado en lo normal y corriente. La vida real. Lo místico en la locura.
Los
misterios santos en lo mundano.
Buscadoras
del amor. La pasión. La plenitud. La autenticidad.
¿Hacia
donde nos dirigimos?
Vamos
camino de casa.
Pero
antes de llegar, hay inmensos mundos que esperan que los exploren. Mundos
dentro.
Mundos
fuera.
No
estarás sola. Alguien que te ama incondicionalmente lleva el timón. El amor
divino te sostiene, te rodea, te envuelve, te protege.
Ve
en paz. Cuentas con lo necesario para correr las aventuras que te esperan.
Pide
un respiro de todas tus crisis. Renuncia al sufrimiento, la pena, el dolor.
Renuncia a las expectativas. Pide que te sorprenda el gozo.
Da
las gracias. Espera. Observa lo que pasa. Emociónate. Abre los brazos tanto
como puedas para recibir todos los milagros que llevan tu nombre.
No
olvides nunca que todo lo que tienes es lo único que necesitas.
El encanto de la vida simple es un camino diario hacia la alegría y el bienestar. Pero no lo olvides, el camino es una espiral. Si te encallas, contempla el panorama más amplio y comprueba cuanto camino has recorrido. Para el viaje el encanto de la vida simple se convierte en una carabela de contento, un bajel pequeño pero recio, lo bastante fuerte como para resistir las tempestades.
Sus
velas triangulares se han diseñado espiritualmente para aprovechar los vientos
que soplan desde cualquiera de los dos lados de la vida real: las tinieblas y la
luz. El amor no te fallará.
Cree.
Cree en ti misma. Cree en Él que cree en ti. Todas las cosas son posibles para
a que cree.
Bendito
sea tu valor. Navega guiándote por las estrellas. Busca la tuya en los cielos.
Síguela.
El despertar del alma es la gratitud, la esencia del alma es la simplicidad, la
serenidad del alma es la armonía, la pasión del alma es la belleza, el propósito
del alma es la alegría.
Busca
tu propio ritmo y se fiel a el. Haz que tus pensamientos sean elevados en todo
momento. Deja que las pasiones personales agiten tu mente y tu espíritu. Dirige
el rumbo hacia la Auténtica. Dice la leyenda que cuando te marches de ella, no
serás la misma mujer.
Porque
si encuentras esta isla sagrada, recordarás lo que siempre has sabido.
Descubrirás a la mujer que siempre has sido. Dejaras de ver las cosas como son
y las veras como eres tú.
Al
separarse las tinieblas donde la duda y la fe se encuentran, verás que él yo
auténtico es el alma hecha visible. Buen viaje.
S. Brethnach