TE
ESTOY HABLANDO A TI...
Extraña,
incomprensible la vida humana. Hay días de sol - no sabes por qué. Estás
contento, ves el lado bueno, hermoso de la vida. El trabajo te sale bien. Todo
el mundo se muestra amistoso - y no sabes por qué. Tal vez dormiste bien. Tal
vez encontraste una buena persona,
Y
te sientes comprendido, protegido. Piensas que quisieras que todo quede así,
esta paz, esta profunda alegría.
Pero
de pronto, todo cambia, como si un sol demasiado brillante hubiera atraído las
nubes, y te asalta una tristeza inexplicable.
Todo
te parece negro. Crees que los otros no te aprecian. En pequeñeces buscas
motivos para criticar, y lamentarte, para envidiar y acusar.
Crees
que siempre será así - y no sabes por qué. Tal vez estas cansado - no lo
sabes- ¿Por qué será así? Porque el hombre es parte de la naturaleza, con días
primaverales y con días otoñales, con el calor del verano y con el frío del
invierno.
Porque
el hombre sigue el ritmo del mar: marea baja y marea alta. Porque nuestra
existencia es una eterna repetición de vida y muerte.
Si
lo comprendes, puedes volver a seguir con coraje y con fe, porque tú bien sabes
que después de cada noche hay un nuevo amanecer.
Cuando
comprendas y aceptes todo esto, llegaras, por el eterno vaivén, a un concepto
vital que te premiará con una vida más plena.
Cuando
todo parece oscuro, cuando la amargura inunda tu corazón, cuando la esperanza
se atrofia, entonces busca en tu memoria los días hermosos, los días cuando
estabas lleno de alegría y de confianza, los días cuando todo estaba bien.
¡No
olvides los días hermosos! Porque si los olvidas, nunca mas volverán. Días
buenos y días malos.
Los
días buenos pasan. Lo sabes y te parece terrible. ¡Pero los días malos también
pasan!
¿Por
qué no lo piensas? Días buenos... otros no tan buenos... pasan unos y otros...
pero los primeros nos dan la posibilidad de continuar... la esperanza de esos días
luminosos, mágicos nos mantiene en pie...
Graciela Heger A.