PIENSA ANTES DE ACTUAR...

 

 

Un hombre compró un auto último modelo, su hijo de cinco  años estaba afuera jugando y sin querer, con su carrito de juguete rayo el auto nuevo de  papá, el enfurecido le pegó con tal fuerza en la  manita y grito de una manera tan tosca, que el niño corrió llorando hacia su cuarto y no salió en toda la noche, ni siquiera a cenar... A la mañana siguiente, el padre extrañado, fue a despertar al niño, encontrándose con el  niñito tenía la manita en donde le había pegado tan hinchada y llena de morados que decidió llevarlo al  Hospital...

Al llegar al hospital, el doctor que atendió al  niño le dijo al padre que ya no se podía hacer absolutamente nada por la manita del niño y que solamente quedaba  amputarla... El padre se derrumbo frente al doctor, diciendo  que era su culpa, pero que no fue su intención hacer eso, y  así siguió llorando por toda la noche hasta que pudo  calmarse. Días después llevaron al niño a  la casa, ya que el médico le había dado de alta y cuando  se recupero el niño y pudo pronunciar palabra, fue corriendo donde su padre  estaba sentado, en el sofá de la sala y le dijo  llorando... “Papito, no lo vuelvo a hacer más, te lo  juro, no me acercaré más a tu auto nuevo.. Pero devuélveme mi manita por favor”. El padre del niño lo rodeo con sus  brazos, pidiéndole perdón, tantas veces como  pudo... Muchas veces no nos damos cuenta de la forma en la que castigamos a nuestros niños...

 

Piensa antes de actuar...

 

Anónimo