LAS CAJAS DE DIOS

 

 

Tengo en mis manos dos cajas que Dios me dio a guardar.  Me dijo, "Pon tus tristezas en la negra, y todas tus alegrías en la de oro." Seguí estas palabras y en ambas cajas, tristezas y alegrías guardé. A pesar que la dorada se hacía más pesada día a día, la negra era tan ligera como antes. Lleno de curiosidad, abrí la caja negra al querer saber la respuesta. Vi, en lo fondo de la caja, un agujero por donde mis tristezas habían desaparecido. Se la mostré a Dios, y dije con todas mis  fuerzas, “¡Me pregunto dónde están mis tristezas!". Y con una tierna sonrisa me  respondió, “Hijo mío, todas ellas están aquí conmigo”. Le pregunté, “¿Dios mío, porqué me diste las cajas?”.

“¿ Porqué la dorada, y la negra con un agujero?”. “ Hijo mío, la dorada es para que tomes en cuenta todas tus bendiciones, la negra es para que puedas olvidar”.

Debemos considerar a todos nuestros amigos como una bendición. 

 

Anónimo