DIOS TE LIBRE MUJER...

 

 

Dios te libre mujer,

de la casa sin ruidos

de la mesa sin manchas

del patio arregladito

de la sala en que yacen

¡los juguetes dormidos!...

 

Dios te libre. Cuando eso

se consigue, no hay niños

la vejez ha llegado

el sueño se ha partido,

y en los bronces que brillan

y en los zócalos limpios

se pasea el recuerdo

hecho. “Bendito

el desorden que es la vida”

lo demás: ¡Artificio!

 

¡Ah!..., Sí un día,

en silencio,

se quedara este nido,

y yo viera todo eso

clamaría al altísimo:

¿Para qué tener oro?

¿Para qué haber vivido?

¿Para qué el sol y el aire?...

¿Para que tú Dios mismo?...

 

Anónimo