LA AUSENTE SENCILLEZ

 

 

¿Por qué se hace hoy tan difícil la sencillez?

¿Por qué hay tan pocos gestos sencillos, sonrisas sencillas, gustos, amores, expresiones, personas, conversaciones, modas y vidas sencillas?

Estamos inundados de artificio, amaneramiento, doblez, disimulo, sofisticación, cursilería, y afectación.

¿Por qué siendo tan fácil ser sencillo se elige la complicación de lo sofisticado?

¡Qué absurdo empeño en colorear la gota limpia y transparente de agua clara!

De niños fuimos muy sencillos. Cuando empezamos a ser mayores, aprendemos e imitamos la necia afectación hipócrita de los mayores.

¿Por qué hacer complicado lo que es simple?

Lo verdadero, si es sencillo, es más verdadero.

Lo bello, si es sencillo, es más hermoso.

Lo bueno, si es sencillo y simple es mejor.

Amar las cosas sencillas, los modos sencillos, las costumbres sencillas, las palabras sencillas...

El ser más perfecto es el más simple.

Ocurre en la vida moderna como si existiera una competencia habitual por ver quién llama más la atención por lo extravagante y afectado.

Y se ha llegado a ver todo ello como normal. Es uno de los signos de nuestro tiempo.

 

Darío Lostado